Cuando la situación se volvió difícil, este joven con el seudónimo de «Luismi» no dudó en salir a recorrer las calles de su ciudad mostrando su arte; su repertorio va desde baladas a rancheras; pero eso no es lo que lo vuelve especial, sino su carisma y cercanía con la gente, porque a palabras de él; la música puede cambiar un mal día y hacer florecer las pequeñas cosas que nos dan felicidad, por eso su lugar central se volvió́ la feria y el mercado de su ciudad, donde puede encontrar mucha variedad de personas e interactuar con el carácter, incluso de los más reacios, solo para humildemente plasmar sonrisas en sus rostros, risas y coquetería. «Luismi» a estas alturas se le puede considerar un ícono en la ciudad costera de Constitución.

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