Sede Valdivia

Es una imagen que consiste en una familia con una hija, que decidieron salir un día viernes a pasar el tiempo y distraerse aprendiendo a andar sobre patines. Llevando a la mano la tradición de salir en familia.

Esta foto trata de representar nuestro patrimonio a través de la representación de algo tan típico de nuestro entorno como un lustrabotas o bolero en las calles y plazas de nuestra ciudad, un trabajo honrado y esforzado que es parte de nuestra historia, donde estas personas salen a buscar un sustento para sus familias y que al igual que muchas labores callejeras fueron afectadas con estos años de pandemia.

Siendo también parte de esta foto la reunión espontánea de gente en estos espacios concurridos, ya sea para observar algún espectáculo o simplemente para compartir un momento al aire libre, sin importar pandemia ni virus, solo pensando en compartir un momento agradable junto a sus pares.

En esta fotografía podemos apreciar un espacio en que la gente se reúne a compartir y disfrutar del ambiente del lugar, se logra escuchar música de ambiente al igual que música en vivo, las personas que llegan al lugar, hablan de una atención hospitalaria, les ofrecen degustaciones de cervezas artesanales tanto como las de Valdivia, como las misma del local, además de los platos en carta que ofrecen, se puede apreciar el agrado de las personas y verlas como disfrutan del ambiente y la atención que les ofrecen, también se puede notar como agradecidos se retiran del lugar dándole las gracias al personal.

La feria de Puerto Varas es un lugar que está ubicado al lado de la plaza de esta ciudad, donde todos los fines de semana se reúnen familias a admirar o comprar diversos materiales. Usualmente, estas ferias tienen motivos especiales, por lo cual nunca se muestra o venden los mismos productos.

En esta oportunidad era el día de la madre, por lo cual el encuentro de las personas era muy evidente y se podía apreciar el ambiente cercano de las personas.

Este lugar es llamativo por como las personas crean un momento apacible, donde puedes sentir la familiaridad, al igual que simpatía que tienen las personas. Admirar como diferentes familias caminan por la feria y la plaza.

Esta feria sin duda es un sitio que se podría llamar patrimonial porque las personas más que el lugar hace de esto algo constante y agradable.

Por años, como punto de encuentro era llegar a la plaza de Valdivia (plaza de la república) y encontrar a aquellos hombres que desde que la neblina cubre el caminar, con frío y un saludo amable, te invitan a detenerte unos minutos para limpiar tu calzado, dejando brillante y como un masaje, te dejan renovado para continuar camino, aquellos caballeros tienen como oficio colocar a tus pies descalzos de lujo, un toque más brillante a tu resto de día, un oficio que se ha perdido por la moda y estilo de ir bien calzado. Icónicos son aquellos personajes, que siempre encontraremos en la plaza dispuesta a tu tiempo.

La icónica playa del antiguo barrio tradicional valdiviano Collico es un lugar que, no importa el clima que sea, es el centro de reunión de los vecinos y visitantes.

Sus alrededores están llenos de una flora impresiónate que te invita a pasear en sus costas, disfrutando del frío y de la riqueza visual que te brinda, embriagándote por la paz que trasmite y de la tranquilidad que lograras obtener ayudándote a despejar la mente.

No importa cuántos años pasen la playa, siempre será un lugar para disfrutar con la familia y amigos, a salir en pareja y a jugar juntos a los niños que siempre se divierten con los juegos con su imaginación.

El oficio de aquellos que empiezan su día a primeras horas de la mañana, día tras día sin falta. La lluvia, el frío y el calor no son impedimentos para ellos.

En Valdivia son muy queridos y respetados por todo su esfuerzo y dedicación para mantener nuestra ciudad limpia.

La mayoría de ellos recorre la ciudad en camiones, pero, por otra parte, hay quienes la recorre a pie, por más cansados que estén después de trabajar sin parar largas horas, siempre son amables y te saludan o te devuelven una sonrisa.

Los calzones rotos son un dulce típico de la gastronomía de Chile, elaborados a partir de una masa frita hecha de harina, polvos de hornear y huevos, espolvoreados con azúcar flor, similar en su preparación a una rosquilla. Este postre se sirve generalmente en invierno.

Para muchas personas el invierno significa mucho, el invierno nos dejas sensaciones únicas a pesar de todo esas gélidas brisas o sus noches oscuras, el invierno significa muchas cosas qué se pueden expresar en simples cosas como una masa frita que nos recuerda a la acogedora comodidad del hogar, una simple receta que a pasado de cientos de generaciones desde la época colonial dejándonos una riqueza patrimonial increíble.

Los calzones rotos no son una simple receta, sino que son el fruto de nuestra historia como Valdivianos.

Desde tiempos pasados la lana ha sido trabajada y utilizada para protegernos de las frías temporadas. Al día de hoy son, en su mayoría, mujeres, quienes continúan con la tradición de tejer a mano, creando prendas, desde bufandas, gorros hasta chalecos, que, por cierto, en zonas frías como lo es Valdivia nunca están demás. La Feria Fluvial o el Mercado son lugares donde encontramos a estas emprendedoras, siempre concentradas en el trabajo que ejercen y compartiendo al público su bella labor.

Con esta fotografía quiero retratar a una de tantas mujeres que realizan esta labor y que siempre están presentes en espacios icónicos de la ciudad. Dejando ver que son una parte importante en la cultura social de Valdivia.

Más allá del gusto de peinar la muñeca con esta imagen, expresando la literalidad del refrán. Es una imagen que nos une, solamente si la entendemos. El lenguaje, una cualidad capaz de unir y dividir personas. “podrán andar dos juntos si no están de acuerdo”.

Vemos en nuestra cultura una gran influencia que no muere con el paso del tiempo y que es parte de cada uno de nosotros, los refranes.

Los proverbios y la literatura de la edad media se mantienen en nuestra comunicación por medio del conocimiento transmitido por generaciones que, al conocerlos, nos vuelven parte de una comunidad.

Dice Cannobbio que, “así como un extranjero llega a nacionalizarse por la residencia y el asiento de sus negocios y familia, así también el refrán toma carta de ciudadanía, y una ciudadanía mucho más espontánea: el bautismo del pueblo”

El remo es una de las grandes actividades de nuestra región que la hemos proyectado al mundo a través de medallistas mundiales, por supuesto es una actividad que nos representa y es parte de nuestro patrimonio y cultura, que deseamos cuidar, apoyar, para seguir sintiéndonos orgullosos, como valdivianos que vivimos y soñamos la orilla de un bello río.

A 2 años de la pandemia, a demás  sumarle la mantención que hicieron en el Parque Guillermo Harnecker que es un lugar icónico en Valdivia/ región de los Ríos , dicha mantención duró poco más de año y medio. La gente ha vuelto a invadir de forma positiva estas áreas verdes, enfocándose no solo en la actividad física  sino  cuidando de este espacio que es patrimonial en esta ciudad.

Lo que quiero mostrar en esta fotografía es como ha influido de manera positiva para los ciudadanos la reapertura de este sitio.

Cuando tome las fotos pensé que como era una planta introducida en Valdivia no quedaría con el enfoque que se quería para este trabajo y luego pensé “porque no hacerlo”, ya que no es una planta de origen Chile, pero tiene un patrimonio dentro de la comuna de Valdivia. Puesto que es de carácter reciente en término de historia patrimonial, me parece que cumple con que es un patrimonio intangible en Valdivia, más por lo que representa que como objeto que nos conecta con el mundo en general y esta planta representa esta unión del mundo con Valdivia.

La feria fluvial de Valdivia es una de las zonas típicas de comercialización de esta ciudad, una de las zonas más importantes y que mayor destaca principalmente por su venta de chacarería y mariscos, ya sean todo tipo de pescados, pero no solo mariscales, sino también de productos, ingredientes típicos del sur, un ejemplo sería el queso de campo, alguna que otra especia casera entre otros. Todos los días reciben varios clientes y turistas.

Esta zona comercial constituye de dos hileras gigantes como techo, de variados colores como el rojo, está ubicada en la costanera, cerca de la catedral de Valdivia, ocupa tan solo 80 metros de espacio hacia la vista del río, también un lugar muy interesante para todos los turistas que visitan día a día la interesante feria, considerándose en el 2009 como un monumento a nivel nacional. Siendo así una zona típica y muy atractiva, importante de la ciudad de Valdivia.

También se le conoce como iglesia capuchinos por un hecho en 1958 sobre la primera ordenación sacerdotal de un capuchino mapuche, no fue hasta el 1 de abril de 1991 que oficialmente se le declaró como monumento nacional.

Desde ahí paso por más cosas como el incendio del 2013 que destruyo algunas partes importantes del lugar, cosa que fue restaurada tiempo después, y el saqueo del 12 de agosto del 2019 también dejo algunos daños, junto con faltar el respeto de las creencias de las personas del lugar.

Aun así, los creyentes se mantuvieron firmes y apoyaron la iglesia en todo momento, hasta la fecha lo siguen haciendo.

Como temática del patrimonio y reencuentro se encuentran los juegos infantiles, parte del desarrollo de habilidades motoras y por supuesto, un medio de socialización y recreación entre infantes que la pandemia forzó a dejar atrás.

Son las canciones, las sonrisas ante los choques de palmas y patrones de movimiento las que pueden destacar de entre los juegos de otras regiones. Son las letras simples de las canciones que acompañan los juegos las que se repiten a través de cada generación de niños sin falta.

Es un juego típico y tradicional chileno, que apareció hace más de un siglo y siendo jugado usualmente por infantes, teniendo diferentes formas de jugarlo como ejemplo la Troya.

Encuentro, que es uno de los lugares más icónicos de Valdivia, ya que se fue instalando de los años 40` como un simple puesto de intercambio de productos, y hoy la conocemos como la feria fluvial de Valdivia que también es un lugar turístico, dónde los trabajadores se instalan desde muy temprano, lo cual es un trabajo duro.

Abordar este tema fue muy emocionante y agradable, ya que los trabajadores tenían un carisma único, también por la historia patrimonial que posee.

Reencuentro con la Feria Fluvial, feria tradicional realizada en la costanera de Valdivia, la cual, se caracteriza por la permanencia de una actividad de comercialización variada.

Durante la pandemia vimos como la feria, el comercio “callejero” y la comida de “la calle” se vio sumamente afectada, debido a las altas medidas de prevención del COVID-19 ya que estos dependen totalmente de las multitudes y sus ansias de consumir sus productos.

Considero importante la figura del comercio callejero en nuestra cultura chilena y representa muy bien muchas de las características de nuestro estilo  de vida. La ropa la conseguimos ahí, la comida, la verdura, la fritura y entre tantos otros productos que sin ellos me atrevo a decir “no eres chileno”.

Porque es tan importante para los vendedores y comerciantes estar ahí, en la calle, con nosotros los que dependemos de sus productos y porque no alguna conversación casual y hasta llantos y lagrimas que en alguna esquina algunos “tía de las sopaipillas” secó a algunos de nosotros.

No podemos vivir sin ella, “La Feria” sea de ropa, sea de verduras , sea una feria costumbrista. La Feria esta ahí y lo estará siempre, porque sin duda es un Patrimonio cultural.

Mientras existan personas con gustos y cuerpos diferentes, existirá una costurera que seguirá haciendo trabajar su máquina de coser.

Es un volantín tradicional chileno, actividad que se juega en cada 18 de septiembre en fiestas patrias.